El bordado de Madeira comenzó a producirse hace unos 150 años y se convirtió en un producto importante en los siglos XIX y XX. En ese período, comenzó a venderse en varios mercados internacionales, entre ellos Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Singapur, Australia y otros. Inspiradas en los motivos de la naturaleza de la isla, las piezas están cuidadosamente diseñadas y bordadas por expertos bordadores.
El producto pasa por varias etapas de producción antes de ser certificado con un sello que garantiza su autenticidad y calidad.
Los orígenes del bordado de Madeira se remontan a los primeros días de la colonización de las islas de Madeira. Es creencia común que comenzó a ser realizada por mujeres nobles de inmediato, debido a la necesidad de elementos ornamentales para el hogar, así como de ropa, y aún bajo la influencia de las tareas del convento. Sin embargo, fue solo después de la segunda mitad del siglo XIX que este producto fue reconocido no solo a nivel regional y nacional, sino también a nivel internacional, ya que algunos comerciantes ingleses se establecieron en Funchal exportando piezas bordadas a Inglaterra. Con la nueva dinámica que adquirió el negocio, se abrieron nuevas fábricas de bordados con un creciente interés por parte de extranjeros, especialmente de británicos, alemanes y estadounidenses, lo que contribuyó a un cambio radical en el sector productivo, con una evolución del proceso artesanal a industrial.
Los exportadores especializados entregan el trabajo de tejido impreso (realizado por diseñadores) a los bordadores, quienes manos capacitadas trabajan el tejido antes de que regrese a la fábrica, para ser verificado, cortado, lavado y planchado en una sucesión de verificaciones que culminan con el colocación del sello por IVBAM (Instituto del Vino, Bordado y Artesanía de Madeira). Este sello garantiza la calidad y autenticidad de Madeira Embrodery.
Los tejidos utilizados en la confección del bordado de Madeira son: lino, seda natural, organdía y algodón.
Dadas las diversas influencias de los encajes de Inglaterra, Milán y Brujas, se cree que han sido una inspiración para los diversos puntos aplicados en la ejecución del bordado de Madeira, a saber, el Richelieu, “Caseado” (punto de ojal), “Arrendado” (encaje puntada), “Ponto de Corda” (puntada de cuerda), “Ponto Francês” (puntada francesa), o “Garanito”, etc.
Madeira Embroidery ofrece una amplia gama de artículos, que incluye piezas Ropa de mesa, Ropa de cama, Ropa de baño, Ropa infantil entre otras piezas.
Con cerca de 150 años de historia, el proceso de producción de Bordados de Madeira continúa con la misma autenticidad desde sus inicios y se estima que actualmente existen alrededor de 30 empresas en la región que fabrican Bordados de Madeira, así como, alrededor de 3000 Bordadoras que se dedican al arte de bordado a diario.
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